Biodiversidad

La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida (Edward O. Wilson). Puede ser organizada desde diferentes escalas: especies, poblaciones, comunidades, ecosistemas, biomas, e incluye la diversidad genética y la diversidad funcional.

La biodiversidad depende estrechamente de las condiciones ambientales (e.g. clima) y de las perturbaciones que afectan los hábitats donde las especies viven. Una de estas perturbaciones más conocidas fue la causada por el meteorito que impactó en la Tierra a finales del período Cretácico, hace 65 millones de años, causando la desaparición de los dinosaurios. Esta extinción se conoce como la Quinta Extinción Masiva.

Actualmente se habla de la Sexta Extinción Masiva debido a la pérdida acelerada de biodiversidad en el planeta por la expansión de los impactos humanos sobre los ecosistemas. 

Autor: Steven Paton

Puntos calientes de biodiversidad: El Caribe y Mesoamérica

El Caribe y Mesoamérica son dos de las 34 regiones denominadas «hotspots» de biodiversidad terrestre del planeta.

Mapa con los 34 ‘hotspots’ de biodiversidad del planeta (2005). Estos espacios cubren el 2,3% de la superficie terrestre, abarcan más del 50% de las especies de plantas del mundo y el 42% de las especies de vertebrados. Para ser declarados como «hotspots» de biodiversidad estos espacios han de encontrarse altamente amenazados por la actividad humana. Fuente: Myers et al. (2000)

En el planeta, la biodiversidad está distribuida por todas partes, pero hay regiones donde la cantidad de especies por unidad de área es particularmente alta.

En el año 2000, un científico británico llamado Norman Myers, en colaboración con la organización no gubernamental Conservación Internacional, creó un mapa de las regiones del planeta donde la densidad de especies por área eran las más elevadas del mundo. Estas áreas de alta biodiversidad además sufrían de las mayores amenazas humanas por destrucción de hábitat (deforestación, cambios de uso del suelo, etc.), lo que se traduce en que están expuestas a una alta exposición y vulnerabilidad.

El mapa de Myers capturaba las 24 regiones calientes “hotstpots” de biodiversidad del planeta, que después se ampliaron a 35 en el año 2005. Estas regiones solo ocupan el 2.3% del área del planeta, pero contribuyen albergando el 50% de las especies de plantas del mundo y el 42% de las especies de vertebrados, muchas de ellas endémicas. Estas especies solo viven en espacios muy concretos y fuera de ellos no se encuentran.

La biodiversidad en Caribe y Mesoamérica

Corredor Biológico Mesoamericano

El Corredor Biológico Mesoamericano (CBM) ocupa toda Centroamérica, desde México hasta Colombia, y actúa como un puente terrestre natural desde América del Norte hasta América del Sur.

La región cuenta con hábitats únicos debido a su ubicación entre dos regiones biogeográficas diferentes (Paleártica y Neotropical), dos Océanos (Atlántico y Pacífico), dos continentes (América del Norte y del Sur), y es además zona de paso de multitud de migraciones aéreas, terrestres y marinas (aves, cetáceos y mamíferos terrestres, principalmente).

El CBM se integró y estableció a finales de la década de 1990 por los gobiernos de los países que conforman la región mesoamericana: México, Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá; cuando se definieron desarrollos de bajo impacto para mantener enlaces entre las áreas protegidas de Centroamérica.

Corredor Biológico del Caribe

El Corredor Biológico del Caribe (CBC) se estableció en 2007 con el objetivo de lograr la conservación efectiva de la biodiversidad marina y terrestre a través del trabajo gubernamental de cuatro países: Cuba, Haití, República Dominicana y Puerto Rico. La iniciativa fue financiada por la Unión Europea (UE) y apoyada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNAmbiente), ya que la importancia regional y el mantenimiento de la conectividad ecológica en sitios clave del Caribe insular y el Neotrópico Americano fue considerada uno de los desafíos que hay que abordar frente al cambio climático. 

Vista aérea de los manglares en el río Sarstun. Frontera entre Guatemala y Belice. (Autora: Ana Giró, Healthy Reefs)

Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM)

El Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM) es el arrecife transfronterizo más grande del mundo y contiene el segundo arrecife de barrera más largo a nivel mundial. El sistema se extiende a lo largo de cuatro países y más de 1.000 km de costas, y constituye un lugar clave para la protección de la biodiversidad, incluyendo las tortugas marinas, más de 60 tipos de corales y más de 500 especies de peces que se encuentran en peligro de extinción.

Millones de turistas visitan la región todos los años, atraídos por la oportunidad de bucear en lugares apartados, nadar con la mayor concentración de tiburones ballena del planeta y relajarse en playas espectaculares. Irónicamente, estas actividades y el desarrollo costero ligado a ellas amenazan el recurso mismo del que dependen.

Actualmente el Arrecife Mesoamericano se encuentra seriamente afectado por el Síndrome Blanco (Stony Coral Tissue Loss Desease) extendiéndose velozmente por toda la región, especialmente en su sección mexicana. El llamado Síndrome Blanco es una enfermedad que está atacando severamente a varias especies de corales duros (20 especies de 45 de coral duro en el Caribe son especialmente vulnerables), y ya ha causado el cierre de una parte de reservas tan populares como la de la Isla Cozumel y la mortalidad de más del 50% de los corales duros de la zona mexicana.

Los corales duros son los constructores de las barreras coralinas que protegen las costas de fenómenos climáticos como los huracanes, y son altamente importantes como infraestructura verde.

Sistema Arrecifal Caribeño

El Sistema Arrecifal Caribeño sin ser un arrecife de barrera como el Mesoamericano, tiene una conectividad longitudinal Este-Oeste clave para la diversidad genética y la recuperación de especies. Sin embargo, también lo es para la transmisión de enfermedades como el mencionado síndrome blanco.

Distribución de las zonas afectadas por el Síndrome Blanco (Stony Coral Tissue Loss Disease) con colores según la severidad: rojo, muy severo; amarillo, presente pero aun no severo; verde, aun no presente. Fuente: Kramer, P.R., Roth, L., and Lang, J. ArcGIS Online 2019. www.agrra.org.

Otros elementos de estudio

CORESCAM participa en los siguientes objetivos de desarrollo sostenible: