¿Qué son los manglares?
Los manglares necesitan, además, recibir una fuente de agua dulce junto con el agua de mar. Por ello están siempre cerca de ríos o arroyos. Al tener un pie en la tierra y otro en el mar, se les considera ecosistemas “anfibios”.
Por su cercanía al mar, a los manglares y a otros humedales costeros, como los pastos marinos y las marismas, se les conoce como carbono azul. Estos ecosistemas de carbono azul se caracterizan por tener un crecimiento muy rápido (más rápido que las selvas tropicales) y por acumular gran cantidad de biomasa en el suelo, ya que la materia orgánica del suelo permanece inundada y no se descompone por falta de oxígeno.
Se calcula que, originalmente, alrededor del 75% de las costas del trópico tenían manglares entre su vegetación. Estos bosques están formados por pocas especies, ya que la especialización para sobrevivir a la falta de oxígeno por la inundación y la alta salinidad reduce la diversidad de árboles que pueden tolerar estas condiciones.
Especies de mangle más comunes del Caribe
La función de los manglares
- Fijan sedimentos que arrastran los arroyos y las corrientes marinas y combaten, de esta manera, la subida del nivel del mar.
- Los manglares proveen un hábitat muy codiciado por las aves costeras
- Protegen a otros organismos acuáticos como algas y crustáceos y funcionan como criadero de varias especies de peces de los arrecifes próximos
- Son fundamentales para mitigar el cambio climático (capturando por fotosíntesis CO2 de la atmósfera y almacenándolo en forma de carbono durante miles de años)
¿Qué daños sufren los manglares?
El riel de madera de cuello rufo, Aramides axillaris, es un ave estrechamente asociada a bosques de manglar. Costa norte de Belice (autor: Paul Taillie, University of Florida).
Por su ubicación costera y por su calidad de humedal, los manglares han sido siempre considerados como espacios yermos, disponibles para ser retirados y para edificar infraestructuras costeras como puertos deportivos, carreteras u hoteles. Por ese motivo, y por ocupar un área relativamente pequeña, sus tasas de deforestación son las mayores entre los bosques tropicales.
Los manglares son, por lo tanto, uno de los ecosistemas más amenazados en el trópico. En el trópico asiático, los manglares son también retirados para la instalación de camaroneras y piscifactorías comerciales, o para la plantación de palma aceitera.
Se calcula que el 50% de los manglares del trópico han sido ya deforestados y que, al ritmo actual, su conservación está en riesgo. Su destrucción no solo elimina su protección costera y su provisión de biodiversidad y alimento, sino que también resulta en una enorme cantidad de emisiones asociadas a la descomposición de la materia orgánica en forma de metano, dióxido de carbono y óxido nitroso.